Tanto los rituales como las cosas queridas son polos de tranquilidad que estabilizan la vida. Las repeticiones las distinguen.

Tanto los rituales como las cosas queridas son polos de tranquilidad que estabilizan la vida. Las repeticiones las distinguen. Las cosas queridas Byung-Chul Han En “El principito”, de Antoine de Saint-Exupery, Tenemos la decorado que ilustra lo que es una cosa querida. En la novia, el pequeno principe encuentra un zorro. Invita a este a jugar con el novio. El zorro accede, No obstante no puede jugar con el, por consiguiente el novio nunca lo ha “domesticado”. El minusculo principe pregunta al zorro que es “domesticar” (“apprivoiser”). a lo cual responde el zorro: “Es alguna cosa demasiado olvidado […] Significa crear lazos […] Todavia nunca eres de mi mas que un chaval semejante a otros cien mil ninos. Asi­ como no te necesito. Y tu tampoco me necesitas. Nunca soy de ti mas que un zorro parecido a otros cien mil zorros. Pero, En Caso De Que me domesticas, tendremos necesidad el individuo del otro. Tu seras para mi unico en el mundo. Yo sere Con El Fin De ti unico en el ambiente…”. Actualmente, las lazos fuertes pierden cada oportunidad mas gravedad. Son, especialmente, improductivos, porque las lazos debiles aceleran por si solos el dispendio asi­ como la comunicacion. Mismamente, el capitalismo destruye sistematicamente los lazos. Las cosas queridas Asimismo son raras en la actualidad. Dejan transito a los productos desechables. El zorro continua: “Los varones Ahora nunca poseen lapso de reconocer ninguna cosa. Adquieren cosas debido a manufacturadas a los comerciantes. Sin embargo, igual que nunca Hay comerciantes de colegas, los miembros masculinos bien no deben amigos”. Hoy, Saint-Exupery podria tener afirmado que Hoy ademas hay comerciantes de amistades con nombres como Twitter o Tinder. Unicamente luego de su aproximacion con el zorro, el principito se da cuenta sobre por que su rosado seri­a tan sola Con El Fin De el: “Es an ella a quien protegi con el biombo […]. Seri­a an ella a quien escuche quejarse, o alabarse, o incluso en ocasiones callarse”. El principito le da tiempo a la rosado “escuchandola”. “Escuchar a otro”. Quien verdaderamente audicion, “presta interes” desprovisto reservas a otro. Cuando no se presta amabilidad a otro, el yo vuelve an amotinar su frente. La “debilidad metafisica por el otro” seri­a constitutiva de la “etica del escuchar” igual que etica de la seriedad. El ego que se fortalece seri­a incapaz de escuchar, por motivo de que en la totalidad de partes solo se oye hablar a si exacto. El corazon late ante el “otro”. Ademi?s encontramos al otro en las cosas queridas. A menudo son un regalo de otro. En la actualidad nunca poseemos tiempo para el otro. El tiempo igual que lapso del yo nos hace ciegos de el otro. Separado el lapso del otro crea los lazos fuertes, la trato y no ha transpirado inclusive la comunidad. Seri­a el lapso bueno. De este modo habla el zorro: “Es el lapso que has perdido con tu rosado lo que realiza a tu rosado tan relevante […] Los miembros masculinos han olvidado esta verdad […] sin embargo tu nunca debes olvidarla. Eres responsable de continuamente de lo que has domesticado. Eres responsable de tu rosa”. El zorro desea que el reducido principe le visite siempre a la misma hora, que efectue de la cita un ritual. El principito le pregunta al zorro que es un ritual. A lo que el zorro responde: “Es una cosa igualmente demasiado echado en el olvido […]. Es lo que realiza que un dia sea distinta sobre las otros dias, la hora de las diferentes horas”. Las ritos son estrategi­as temporales sobre clausura. Hacen del “ser-en-el...

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